- Empezamos haciendo el café y lo dejamos para que se enfríe. Que sea fuerte. Opcionalmente le añadimos un chorrito de licor.
- Ahora cogemos las claras y las batimos hasta ponerlas a punto de nieve. Tiene que poder darse la vuelta el recipiente sin que se caiga nada. Ahí es cuando están a punto de nieve.
- Ahora cogemos las yemas y las echamos en un bol grande junto con el azúcar. Lo removemos bien hasta que quede espumoso. Importante que removamos hasta conseguir esa textura.
- Añadimos, a las yemas y el azúcar, el mascarpone. Poco a poco mientras removemos. Tenemos que llegar a mezclar bien todos los ingredientes y que no queden grumos.
- Seguimos añadiendo las claras a la mezcla. Poco a poco y removiendo con cuidado para que nos guarde el aire del punto de nieve.
- Ahora cogemos un recipiente de unos 35cm x 25cm o una superficie similar y un alto de 5-6 cm como mínimo.
- Empapamos los bizcochos de soletilla en el café y los vamos poniendo en la base del recipiente. Tendremos que poner la mitad de los bizcochos, empapados en la mitad del café.
- Distribuimos bien la mitad de la masa de mascarpone que hemos hecho cobre los bizcochos. Rallamos el chocolate por encima.
- Comenzamos una segunda capa con la otra mitad de bizcochos empapados en el resto del café.
- Echamos la otra mitad de masa de mascarpone distribuyéndola sobre los bizcochos, y acabamos el postre espolvoreando cacao por encima.
- Lo metemos al frigo un mínimo de 3 horas. Aunque si lo hacemos de un día para otro todavía mejor.
- Lo servimos frío. Y solo queda disfrutar!!
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