Despedir a un amigo que se va de vacaciones a Argentina equivale a estar a quince días de recibir una caja de alfajores, si no es así desconfíe de su amigo, habrá estado en otro sitio. Aunque a raíz de esto se ha popularizado un poco la imagen del alfajor en España tengo que admitir que los dulces son más dulces al otro lado del Atlántico y a algunos paladares ibéricos les resulta excesivo.
Para quienes no han visto uno, se trata de unas pastas redondas rellenas normalmente de dulce de leche, a veces recubiertas con chocolate, que los argentinos comemos siempre que nos es posible, porque no todos bailamos tango ni jugamos bien al fútbol, unos somos callados y hasta algún raro habrá que sea vegetariano, pero los alfajores nos gustan a todos.
Además de los caros y elegantes alfajores acostumbrados a los viajes transatlánticos hay otras variedades que pueden comprarse en cualquier pastelería o incluso hacerse en casa como es el caso de los alfajores de maicena.
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Tiempo elaboración:45 minutos |
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Trucos y Consejos | ||||
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Perfectos si quieres hacer tambalear tu dieta. Pero son tantas las veces que sucumbimos que los alfajores bien merecen una más.
Fantásticos. No sé si atreverme a decir que son tan ricos como los míticos Havanna pero la pinta es igual de buena y una vez que empiezas dan ganas de comerse una docena. Para mí, eso sí, el chocolate es esencial aunque pocos argentinos estén de acuerdo en este punto.
Muy buena pinta! Aunque hay que reconocer que con chocolate son una «versión libre» del mítico alfajor de maicena. Te olvidaste de decir que hay que acompañarlos de alguna bebida hidratante porque sólo un bocado te absorven todo el líquido del cuerpo, jaja (por lo menos de la boca). Muy ricos y espero probarlos prontito de cualquier lado del atlántico!
Buenísimos! Amaia, Trataré de cubrirlos completamente de chocolate para recordar los Havanna, qué dices?